El corazón apesadumbrado ve signos en todas partes. En su afán por comprender lo incomprensible, busca razones en todo lo que le rodea. Y si queda insatisfecho, no por eso desiste. Prefiere cualquier explicación absurda, o loca, antes que el vacío de no saber. Los signos apaciguan -o exaltan- al corazón corroído de pesadumbre. Y cualquier explicación, incluso absurda, es bien recibida, aunque nada explique. Pero una explicación, la que sea, se vuelve necesaria para atraer la calma. Y esa calma no tiene precio. Por eso, el corazón apesadumbrado mendiga razones, sin desdeñar las sinrazones. (Miércoles, 10/12/03).
25.11.09
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5 comentarios:
El corazón apesadumbrado busca la luz, pero esta es esquiva y entonces todo se vuelve una sombra incierta en que todo es posible. No hay soluciones unívocas. La plurivalencia es letal. Como dijo Campoamor, todo es según el cristal con que se lo mire.
Eso es absolutamente cierto. Doy fe.
Y qué terrible, cuando uno está en plena vorágine, y no tenemos perspectiva, porque vivimos aplastados por la realidad.
Muchas gracias Joselu, muchas gracias Zim, por vuestra aportación.
"El corazón tiene razones que la razón no entiende", que dijera Pascal.
Díjolo Blas... punto redondo.
Saludos, Francisco.
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