El Roto, El País, 28/4/2010
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"La historia pretende establecer la verdad de lo que fue y la memoria histórica influir en la verdad de lo que es; la primera se modifica al descubrir nuevos hechos, la segunda cambia con los intereses estratégicos."
FERNANDO SAVATER, “Recuerdos envenenados”, en El País, martes 22 de junio de 2010.
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LA MUERTE DE UNAMUNO
Miguel de Unamuno ha muerto aislado, en su casa de Salamanca. Ha muerto en la tarde de ese primer día del año 1937 [en realidad, la tarde anterior], que el pueblo español designa con el nombre de «El año de la Victoria».
La muerte de Unamuno, como los rumores atroces alrededor de otros nombres, traducen al campo de la intelectualidad española la pavorosa tragedia popular de una nación conmovida hasta sus cimientos. Unamuno, a quien todos hemos amado y combatido, muere como era fatal que muriese, en flagrante contradicción con todos y con todo.
Miguel de Unamuno no tenía un desemboque real. Su fuego no era, quizá, de este tiempo; pero era fuego, y, como tal, era vida. El, como nadie, se habrá llevado a la tumba el frío de una España triste, paseada por mercenarios.
Hora de España, nº 1, Valencia, enero 1937. [Hay edición facsímil de la editorial Topos Verlag, Biblioteca del 36. Revistas literarias en la Segunda República española, Alemania, 1972.]
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"En una hoja procedente del Ayuntamiento de Salamanca, del que Unamuno era concejal, escribió éste el título de su última obra en prosa: El resentimiento trágico de la vida. ¿Qué clase de obra? Como el subtítulo mismo indica, se trata de unas Notas sobre la revolución y guerra civil españolas, cuyos límites temporales registrados van del 2 de agosto al 26 de noviembre de 1936. Lo fragmentario de estas Notas, donde las ideas no hacen más que abocetarse y se salta sin transición de unas a otras, parece indicar que nos hallamos ante los materiales previos para componer un libro. Un proyecto de libro, pues, al cual don Miguel ha dado ya título, y bien enfático por cierto, sugerido por contraste con el de su obra filosófica mayor: Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos (1912)."
CARLOS FEAL, "Estudio", en el Resentimiento trágico de la vida, de Unamuno.
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EL RESENTIMIENTO TRÁGICO DE LA VIDA [Selección]
[Respeto fielmente la disposición tipográfica, la ortografía, etc., del manuscrito, lo que a veces me obliga a separarse del texto impreso.]
Entre los hunos y los hotros están
descuartizando a España.
[...]
Como Rusia Esp. un pueblo de resentidos
Un resentimiento para con Dios. Porqué?
[…]
Temblor de pueblo, huracán, tornado
galerna, manga, tifón, tromba
En un mar de tristeza.
Desesperados y resignados; resigna
dos a su desesperación y desesperados de
su resignación
[…]
Dos mitades de Esp. una queriendo creer y la
otra desesperada de no poder creer.
[…]
Una íntima e intestina guerra religiosa de toda
Esp. contra sí misma.
[…]
No son unos españoles contra otros —no
hay Anti España sino toda España, una,
contra sí misma. Suicidio colectivo.
[…]
La experiencia de esta guerra me
pone ante dos problemas, el de
comprender, repensar, mi propia obra
empezando por „Paz en la Guerra”
y luego comprender, repensar Espa
ña. Qué es España? Cual su fé? Es
paña es un valor comunal histórico
pero dialéctico, dinámico, con contradic
ciones íntimas. La que los hotros lla
man la Anti-España, la libe
ral, es tan España como la
que combaten los hunos.
[…]
„¡Viva España!” al estornudar. No tiene
más sentido que „me cago en Dios!”
[…]
„Viva la muerte!” grita Millán Astray.
Lo que quiere decir „muera la vida!”
Los hunos y los hotros
[...]
Inconciencia religiosa, más bien que con
ciencia irreligiosa de España.
[...]
En casi todos se enciende el odio, en casi
nadie la compasión
Da asco ser hombre.
Uno a quien le detienen, y le dan una pa
liza „Si me vuelven a llamar me suicido”
Unos mozalbetes por broma le llaman y
va y se ahorca.
[Continuará]
MIGUEL DE UNAMUNO, El resentimiento trágico de la vida. Notas sobre la revolución y guerra civil españolas. [Reproduce el manuscrito.] Nota preliminar de Miguel de Unamuno Adarraga. Prólogo de Miguel Quiroga de Unamuno. Estudio de Carlos Feal. Alianza Editoria, Madrid, 1991.
1 comentario:
Pocos hay tan incomprendidos como Unamuno (¿Ortega?). Pocos tan denostados pero leídos. La tragicidad que imprimió a su obra probablemente le acompañó durante toda su existencia, y sin embargo halló fuerza para saberla, desmenuzarla, pensarla... hasta vencerla. Pero no venció a la vida, que se esconde detrás de cada nombre, tras cada hombre...
Un abrazo.
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