Acaba de ver la luz el número 1 de la revista de poesía El Alambique Dividida en tres secciones, sus 96 páginas, encabezadas por el Brindis de bienvenida del director, acogen los siguientes contenidos:
Tienen la palabra
Poemas de Dionisia García, Gonzalo Escarpa, Herme G. Donis, Rafael-José Díaz, Amador Palacios, Fernando Ortiz, Berta Piñán, Lorenzo Martín del Burgo, Carlos Vitale, Pablo Luque Pinilla, José Luis Zerón Huguet, Manuel Martínez Forega y Juan Carlos Mestre, entre otros.
Homenaje
Dedicado este número “A la memoria del gran poeta uruguayo Ricardo Paseyro”, esta sección acoge artículos de Yves Roullière (traductor al francés de la poesía de Paseyro), José Bergamín y su hijo Fernando, Carlos Edmundo de Ory, Ignacio Gómez de Liaño, Fernando-Guillermo de Castro y Ángel Guinda, entre otros.
Se incluyen, asimismo, fragmentos de cartas dirigidas a Paseyro, con motivo de la publicación de alguno de sus libros, por Leopoldo Panero, Antonio Aparicio, Jorge Guillén y Salvador Espriu.
Completa esta sección un álbum de fotos del poeta y una selección de poemas de su libro inédito Arcos y flechas.
Discurso
En esta sección, la última, el director de la revista, Agustín Porras, da cuenta del fruto de sus investigaciones becquerianas por las páginas de El Museo Universal.
Por último, añadir que ilustran este número los siguientes artistas: Ángel Luis Calvo Capa, Juan Díaz (autor del dibujo de la cubierta), Daniel Muriel y Sebastián Navas.
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Copio, a continuación, varios poemas publicados en este primer número de El Alambique: de Luis Alberto de Cuenca, de Philippe Jaccottet y de Ricardo Paseyro.
CAVERNA PERPETUA
Como todos los hombres, vine al mundo
a recordar, porque el conocimiento
es tan sólo memoria, remembranza,
reminiscencia de otra realidad
mejor, más prestigiosa y más estable,
de la que un día fuimos desterrados.
La vida es perseguir inútilmente
la fuente primordial, donde confluyen
todos los hilos de agua del recuerdo,
rozar casi sus gárgolas y hundirse
en el suplicio de una sed eterna.
Tú, madre mía, soledad, aún puedes
salvarme de este olvido que amenaza
con sembrar de silencio las llanuras
sonoras de mi alma. Novia mía,
hermana soledad, dime qué hubo,
o si hubo algo, digno de memoria
fuera de la caverna en la que vivo.
Luis Alberto de Cuenca
Madrid, 30 de agosto de 2009
“À LA BRÈVE ROSE DU CIEL D’HIVER…”
A la rosa tan breve del cielo del invierno
le ofrecemos un fuego hecho de brasas
que por poco cabría en nuestras manos.
(“No significa nada", nos dirán,
"no cura nada,
no sería capaz de secar una lágrima…”)
Y, sin embargo, viéndolo, pensándolo
apenas el instante de captarlo,
de ser apenas capturados,
¿no hemos, sin movernos, dado un paso
más allá de las lágrimas finales?
À la brève rose du ciel d’hiver / on offre ce feu de braises / qui tiendrait presque dans la main. // (“Cela ne veut rien dire”, diront-ils, / “cela ne guérit rien, / ne sécherait même pas une larme…”) // Pourtant, voyant cela, pensant cela, / le temps d’à peine le saisir, / d’à peine être saisi, / n’avons-nous pas, sans bouger, fait un pas / au-delà des dernières larmes?
Philippe Jaccottet
Rafael-José Díaz, traductor
ANNE-MARIE
Mírame en el instante en que me muera
y mírame sin llanto: que tus ojos
—nacidos en las fuentes de los cielos—
protejan con su luz el alma mía
para darme la gracia que no tuve.
Muerto, seré la imagen que tú quieras:
tú me cobijarás en tus pupilas
y así podré ganar el paraíso.
Ricardo Paseyro
(De El alma dividida, 1981)
SILENCIO
Un silencio de vida nos rodea.
Calla la brisa, callan los vergeles.
Callan los meteoritos y el océano.
Callan los cuervos, callan los volcanes.
Pierde la voz el antropopiteco,
enmudecen los truenos y los rayos.
¡Un minuto sin ruido: Paraíso!
Ricardo Paseyro
(Del libro inédito Arcos y flechas)
2 comentarios:
Te recomiendo esta poeta galaico-méxico-catalana, escribe una finísima poesía erótico-amorosa en catalán. castellano y gallego:
http://sintagmainblue.blogspot.com/
Gracias por la recomendación, Josep, aunque a decir verdad, quizás en este momento tira más de mí el logos que el eros,pero una buena poesía siempre es bienvenida.
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