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20.12.09

Profecía

Quien no fue feliz alguna vez, nunca lo será.

18.12.09

*Nasrudín: Historias

¿Me explico?

Nasrudín estaba echando puñados de migajas alrededor de su casa.

Alguien le preguntó: -¿Qué está haciendo?

-Mantengo alejados a los tigres.

-Pero si en estos lugares no hay tigres.

-Así es. Es efectivo, ¿verdad?

Aquí hay más luz

Alguien vio a Nasrudín buscando algo en el suelo.

-¿Qué has perdido, Mulá? -le preguntó.

-Mi llave -dijo el Mulá.

Fue así que ambos se arrodillaron para buscarla.

Después de un rato, el otro hombre preguntó:

-¿Dónde se te cayó, exactamente?

-En mi casa.

-Entonces, ¿por qué buscas aquí?

-Hay más luz aquí que dentro de mi casa.

Enciende la vela

Nasrudín estaba sentado conversando con un amigo cuando caía la noche.

-Enciende una vela -dijo el amigo-, pues ya ha oscurecido. Encontrarás una a tu izquierda.

-¡Tonto! ¿Cómo puedo distinguir mi izquierda de mi derecha en la oscuridad? -preguntó el Mulá.

Él sabe la respuesta

Un toro que pertenecía a un turcomano, rompió la cerca de la finca de Nasrudín y regresó al trote a la casa de su dueño. Nasrudín lo siguió y comenzó a azotarlo.

-¡Cómo se atreve usted a apalear a mi toro! -rugió enfurecido el turcomano.

-¡Usted no se meta! -dijo Nasrudín-. Él sabe por qué. El asunto es entre nosotros dos.

Clases de días

Un hombre detuvo a Nasrudín y le preguntó qué día de la semana era.

-No sabría decirle -contestó el Mulá-. Soy forastero. No sé qué días de la semana tienen aquí.

Todo lo que se necesita

Un monarca cruel e ignorante que había oído de los poderes de Nasrudín, le dijo:

-Si no pruebas que eres un místico, te mandaré colgar.

Rápidamente, Nasrudín contestó:

-Veo cosas extrañas: un ave dorada en el cielo y demonios bajo la tierra.

-¿Cómo puedes ver a través de objetos sólidos y ver a tanta distancia en el cielo?

-Todo lo que se necesita es miedo -contestó el Mulá.

IDRIES SHAH, Las hazañas del incomparable Mulá Nasrudín. Traducción de Manuel Guerra. Ediciones Paidós, Barcelona, 2ª reimpr., 1990.

Bajo esta etiqueta -Florilegio (Antología mínima de autores varios)- pretendo acoger una selección de textos breves (verso y prosa) que, al margen de cualquier juicio crítico, me han interesado como lector. Los textos en prosa responden a "géneros" que hacen de la brevedad virtud: aforismos, poemas en prosa, fragmentos, microcuentos, etc. De los textos poéticos en otras lenguas ofrezco el original. Menciono, asimismo, la edición utilizada en cada caso. (Téngase por excepción cualquier olvido de estas pautas.)

17.12.09

Casualidades

Haberlas, haylas. Y no son meigas, que son casualidades, coincidencias fortuitas que parecen esconder (o eso creemos) un sentido oculto. Voy al caso. El pasado lunes colgué en el blog (me pregunto si este verbo patibulario es el apropiado) una selección de los Dichos de san Juan de la Cruz. Un día después descubrí, ¡oh, casualidad!, que el lunes había sido el aniversario de la muerte del santo. Hacía tiempo que tenía preparados esos textos, igual que otros. ¿Por qué los colgué ese día? Pura casualidad. Pero quien estuviera al tanto del aniversario, pudiera pensar que se trataba de una elección. Una simple casualidad, pues, y un buen tema de reflexión, si elevamos la anécdota a categoría criminal: qué difícil es demostrar la inocencia, cuando nadie te cree y los hechos (o su interpretación) hablan en tu contra. Recientemente se ha dado algún caso de ese tenor. Y ante tal situación, un inocente siempre queda inerme. El culpable está mejor pertrechado: puede mentir, reírse, engañar, incluso ciscarse en la sociedad... El inocente sólo cuenta con la verdad, y una verdad que no es creída, de poco sirve: prisionero de ella, incluso el inocente puede acabar lleno de dudas. El culpable puede negar la realidad; el inocente, no, y ése es su sino. Porque a veces es más fácil a los culpables zafarse de la justicia que a los inocentes. Cosas de la vida y, a veces, de las casualidades.

14.12.09

*San Juan de la Cruz: Dichos de luz y amor

San Juan de la Cruz 

AUTÓGRAFO DE ANDÚJAR

7. El alma sola, sin maestro, que tiene virtud, es como el carbón encendido que está solo; antes se irá enfriando que encendiendo.

15. Niega tus deseos y hallarás lo que desea tu corazón: ¿qué sabes tú si tu apetito es según Dios?

34. Un solo pensamiento del hombre vale más que todo el mundo; por tanto, sólo Dios es digno de él.

59. A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición.

71. Aunque obres muchas cosas, si no aprendes a negar tu voluntad y sujetarte, perdiendo cuidado de ti y de tus cosas, no aprovecharás en la perfección.

PUNTOS DE AMOR

96. El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa.

112. Cinco daños causa cualquier apetito en el alma: el primero, que inquieta; el segundo, que la enturbia; el tercero, que la ensucia; el cuarto, que la enflaquece; el quinto, que la oscurece.

120. Las condiciones del pájaro solitario son cinco. La primera, que se va a lo más alto; la segunda, que no sufre compañía, aunque sea de su naturaleza; la tercera, que pone el pico al aire; la cuarta, que no tiene determinado color; la quinta, que canta suavemente. Las cuales ha de tener el alma contemplativa que se ha de subir sobre las cosas transitorias, no haciendo más caso de ellas que si no fuesen, y ha de ser tan amiga de la soledad y silencio, que no sufra compañía de otra criatura; ha de poner el pico al aire del Espíritu Santo, correspondiendo a sus inspiraciones, para que haciéndolo así, se haga más digna de su compañía; no ha de tener determinado color, no teniendo determinación en ninguna cosa, sino en lo que es voluntad de Dios; ha de cantar suavemente en la contemplación y amor de su Esposo.

124. Desasida de lo exterior, desaposesionada de lo interior, desapropiada de las cosas de Dios, ni lo próspero la detiene ni lo adverso la impide.

153. Procure conservar el corazón en paz; no le desasosiegue ningún suceso de este mundo; mire que todo se ha de acabar.

OTROS AVISOS

171. Quien supiere morir a todo, tendrá vida en todo.

175. Manso es el que sabe sufrir al prójimo y sufrirse a sí mismo.

185. De trabajos, cuanto más mejor.

SAN JUAN DE LA CRUZ (1542-1591), Dichos de luz y amor, en Obras completas. Revisión textual, introducciones y notas al texto de José Vicente Rodríguez. Editorial de Espiritualidad, Madrid, 3ª ed., 1988.

Bajo esta etiqueta -Florilegio (Antología mínima de autores varios)- pretendo acoger una selección de textos breves (verso y prosa) que, al margen de cualquier juicio crítico, me han interesado como lector. Los textos en prosa responden a "géneros" que hacen de la brevedad virtud: aforismos, poemas en prosa, fragmentos, microcuentos, etc. De los textos poéticos en otras lenguas ofrezco el original. Menciono, asimismo, la edición utilizada en cada caso. (Téngase por excepción cualquier olvido de estas pautas.)

12.12.09

Paradojas verbales

Abstemio como era, le encantaba la palabra dipsomanía, y despreciaba a los burdos borrachos, que traicionan la ebriedad apolínea. 

*    *    *

Rendido hipocondriaco, le seducían los nombres de escogidas enfermedades: erisipela, ictericia, malaria... El nombre de otras, con buen sentido, le horrorizaba: son nombres que pellizcan la memoria de los seres vivos.  

10.12.09

*Cecco Angiolieri: Sonetos de "escarnio y maldecir"

LXXXVI

S'i' fosse foco, arderei 'l mondo;
s'i' fosse vento, lo tempesterei;
s'i' fosse acqua, i' l'annegherei;
s'i' fosse Dio, mandereil'en profondo;

s'i' fosse papa, sare'allor giocondo
che tutti cristïani imbrigherei;
s'i' fosse 'mperator, sa' che fare?
A tutti mozzarei lo capo a tondo.

S'i' fosse morte, andarei da mi' padre;
s'i' fosse vita, fuggirei da lui:
similemente farìa da mi' madre.

S'i' fosse Cecco, com'i' sono e fui,
torrei le donne giovani e leggiadre:
e vecchie e laide lasserei altrui.

Si fuese fuego, quemaría el mundo;
si fuese viento, lo arrasaría;
si fuese agua, lo inundaría;
si fuese Dios, lo enterraría.

Si fuese papa, sería yo cachondo,
porque a todos los cristianos metería en líos;
si fuese emperador, ¿sabes qué haría?
Les cortaría a todos la cabeza de cuajo.

Si fuese muerte, iría a por mi padre;
si fuese vida, huiría de él:
lo mismo haría con mi madre.

Si fuese Cecco, como soy y fui,
me llevaría las mujeres jóvenes y bellas:
y las viejas y feas dejaría a los demás.

CII
[A Dante Alighieri]

Dante Alighier, s'i' so bon begolardo,
tu mi tien' bene la lancia a le reni;
s'eo desno con altrui, e tu vi ceni;
s'eo mordo 'l grasso, tu ne sugi 'l lardo;

s'eo cimo 'l panno, e tu vi freghi 'l cardo:
s'eo so discorso, e tu poco raffreni;
s'eo gentileggio, e tu misser t'avveni;
s'eo so fatto romano, e tu lombardo.

Si che, laudato Deo, rimproverare
poco pò l'uno l'altro di noi due:
sventura o poco senno cel fa fare.

E se di questo vòi dicere piùre,
Dante Alighier, i' t'averò a stancare;
ch'eo so lo pungiglion, e tu se' 'l bue.

Dante Alighieri, si soy tan charlatán,
tú bien me vas pisando los talones;
si yo como con otros, cenas tú;
si muerdo sebo, tú chupas tocino;

si yo maldigo, más criticas tú:
si yo exagero, tú poco te frenas;
si yo soy noble, tú señor resultas;
si yo me he hecho romano, tú lombardo.

Así que, gloria a Dios, reprochar poco
puede uno a otro de nosotros dos:
pena y poco sentido así nos hacen.

Y si de esto dijeras tú más cosas,
Dante Alighieri, yo te cansaré;
porque yo soy el aguijón y tú el buey.

CECCO ANGIOLIERI (1260-1312?), Cancionero. Introducción, traducción y notas de Ángel Guinda. Olifante, Zaragoza, 1990.

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6.12.09

*Kierkegaard: Diapsálmata

       kierkegaard_soren                                                          

Se dice que en la vejez se realizan los sueños de la juventud. Esto se ve muy bien en el caso de Swift. En su juventud construyó un manicomio y se encerró en él los últimos años de su vida. [11]

Yo digo de mis penas lo que los ingleses dicen de sus casas: mi pena is my castle. Muchos hombres consideran que tener penas es una de las comodidades de la vida. [15]

¡Ay, la puerta de la dicha no se abre hacia dentro! Por eso de nada sirve empujarla violentamente para forzarla. No, la puerta de la dicha se abre hacia fuera, y en este sentido no hay nada que hacer. [21]

Divido mi tiempo de la siguiente manera: la mitad lo paso durmiendo, la otra mitad soñando. Y cuando duerno no sueño nunca. Sería una lástima, pues dormir es la mayor de todas las genialidades. [42]

Ser un hombre completo es lo más grande que hay. Acaban de salirme unos juanetes, algo es algo. [43]

Mi alma está tan pesada que ya no existe una sola idea que pueda auparla, ni siquiera un golpe de alas cualquiera que la ponga en el aire otra vez. Si se mueve, lo hace a ras de tierra, como los pájaros que huyen rasantes en cuanto se anuncian los primeros síntomas del huracán. Sobre mi íntima esencia se ciernen un abatimiento y una angustia que barruntan un terremoto. [49]

¡Miserable destino! En vano adornas tu arrugado rostro como una vieja ramera, en vano metes ruido con cascabeles de bufón. De cualquier manera me repugnas, porque siempre eres el mismo, absolutamente el mismo. Nunca un cambio, siempre aplastándonos y reconociéndonos. ¡Venid, sueño y muerte! Vosotros no prometéis nada y lo cumplís todo. [52]

ALTERNATIVA. Una conferencia extática                                                                     Si te casas, te arrepentirás; si no te casas, también te arrepentirás. Te cases o no te cases, lo mismo te arrepentirás. Tanto si te casas como si no te casas, te arrepentirás igualmente. Si te ríes de las locuras del mundo, lo sentirás; si lloras, también lo sentirás. Las rías o las llores, lo mismo lo sentirás. Tanto si las ríes como si las lloras, lo sentirás igualmente. Si te fías de una muchacha, lo lamentarás; si no te fías, también lo lamentarás. Te fíes o no te fíes, lo mismo te lamentarás. Tanto si te fías como si no te fías, lo lamentarás igualmente. Si te ahorcas, te pesará; si no te ahorcas, también te pesará. Te ahorques o no te ahorques, lo mismo te pesará. Tanto si te ahorcas como si no te ahorcas, te pesará igualmente.             Este es, señores, el resumen de toda la sabiduría de la vida. (...) [81]

He aquí mi desgracia: a mi lado camina siempre un ángel exterminador, y yo no marco con sangre la puerta de los elegidos como señal para que él pase de largo, sino que marco la puerta de aquellos que él va buscando..., pues sólo el amor de los recuerdos es dichoso. [84]

Me ha acontecido algo maravilloso. Fui arrebatado al séptimo cielo. Allí, sentados en sus tronos, estaban reunidos todos los dioses. Y, por especial gracia, me concedieron el favor de que les pidiese algo. "¿Qué quieres?, me dijo Mercurio. ¿Quieres juventud, belleza, poder, una larga vida, la más hermosa de todas las muchachas, u otra cualquiera de las mil maravillas que tenemos guardadas en nuestra buhonería? ¡Ea, escoge, pero solamente una cosa!" En el primer momento me quedé de una pieza, mas recuperándome en seguida, me dirigía a los dioses y les dije: "Venerables contemporáneos, ésta es la cosa elegida: que siempre tenga la risa de mi parte." Ni siquiera uno de los dioses contestó una palabra, al revés, todos se echaron a reír. Y de ello saqué yo la conclusión de que mis súplicas habían sido atendidas. Me pareció, además, que los dioses no podían haberse expresado con mayor finura y que lo impropio habría sido que me hubiesen contentado seriamente: "¡Concedido!" [90]

SOREN KIERKEGAARD, Diapsálmata. (Obras y papeles de Soren Kierkegaard. VIII. Estudios estéticos I. Diapsálmata y el erotismo musical.) Traducción directa del danés por Demetrio Gutiérrez Rivero. Ediciones Guadarrama, Madrid, 1969.

Bajo esta etiqueta -Florilegio (Antología mínima de autores varios)- pretendo acoger una selección de textos breves (verso y prosa) que, al margen de cualquier juicio crítico, me han interesado como lector. Los textos en prosa responden a "géneros" que hacen de la brevedad virtud: aforismos, poemas en prosa, fragmentos, microcuentos, etc. De los textos poéticos en otras lenguas ofrezco el original. Menciono, asimismo, la edición utilizada en cada caso. (Téngase por excepción cualquier olvido de estas pautas.)

29.11.09

*Estelas, epitafios (y 2: modernos)





Escrito con sangre        
No podemos más. Nos hemos comido nuestros caballos, nuestros pájaros, ratas y mujeres. Y seguimos hambrientos.
Los sitiadores, que tapan las troneras, son más de cuatro miríadas; nosotros, menos de cuatrocientos.
Ya no podemos tensar el arco ni alzar la voz para injuriarlos; solamente nos cabe rechinar las mandíbulas, con el deseo de morderles.
*    *    *
Verdaderamente, no podemos más. Que el Emperador, si se digna leer estas líneas escritas con nuestra sangre, no tenga reproches para nuestros cadáveres-
Pero que no evoque nunca nuestros espíritus, pues queremos convertirnos en demonios, y de la peor especie:
¡Para siempre morder y devorar a estas gentes! 
__________________
ÉCRIT AVEC DU SANG
Nous sommes à bout. Nous avons mangé nos chevaux, nos oiseaux, des rats et des femmes. Et nous avons faim encore.
Les assaillants bouchent les créneaux. Ils sont plus de quatre myriades; nous, moins de quatre cents.
Nous ne pouvons plus bander l'arc ni crier des injures sur eux; seulement grincer des mâchoires par envie de les mordre.
*     *     *
Nous sommes vraiment à bout. Que l'Empereur, s'il daigne lire ceci de notre sang, n'ait point de reproches pour nos cadavres.
Mais que'Il n'évoque point nos esprits: nous voulons devenir démons, et de la pire espèce:
Par envie de toujours mordre et de dévorer ces gens-là!
VICTOR SEGALEN (1871-1919), Antología. (El poema pertenece al libro Stèles/Estelas, del que Manuel Álvarez Ortega publicó una versión en Visor, Madrid, 1974.) Versión de Leopoldo Azancot. Plaza & Janés, Barcelona, 1973.     
    
Robert Davidson
Crecí espiritualmente nutriéndome del alma de la gente.
Si veía un alma fuerte
la hería en su orgullo y devoraba su fuerza.
Los refugios de la amistad conocían mi astucia,
porque cuando podía robar a un amigo lo hacía.
Y toda vez que lograba ensanchar mi poder
socavando una ambición, lo hacía;
así calmaba la propia.
Y triunfar sobre las otras almas,
sólo para afirmar y demostrar mi fuerza superior
era para mí un placer,
el agudo regocijo de la gimnasia del alma.
Devorando almas hubiera podido vivir eternamente.
Pero sus indigestas sobras me provocaron una nefritis mortal,
con terrores, desasosiegos, depresiones,
odio, suspicacia, visiones perturbadoras.
Al fin me desplomé con un alarido.
Recordad a la bellota;
no devora a las otras bellotas.
EDGARD LEE MASTERS (1869-1950), Antología de Spoon River. Traducción de Alberto Girri. Barral Editores, Barcelona, 1974.

Epitafio
Ha muerto
acribillado por los besos de sus hijos,
absuelto por los ojos más dulcemente azules
y con el corazón más tranquilo que otros días,
el poeta Leopoldo Panero
que nació en la ciudad de Astorga,
y maduró su vida bajo el silencio de una encina.
Que amó mucho,
bebió mucho y ahora
vendados sus ojos,
espera la resurrección de la carne
aquí, bajo esta piedra.
LEOPOLDO PANERO (1909-1962), Antología. Selección, prólogo y notas de Juan Luis Panero. Plaza & Janés, Barcelona, 1973. (La editorial Renacimiento acaba de publicar una antología a cargo de José Cereijo.)

Epitafio
Detende, caminantes, vuestros pasos.
Sabed que aquí reposa alguien que amara mucho
La hermosura del mundo: los árboles, los libros,
La música, el verano, las muchachas.
No preguntéis quién fue, ni desde cuándo
Es ya silencio, olvido de las cosas.
En la tierra que cubre sus despojos
Plácidamente descansad un rato.
Y proseguid después vuestro camino
Bajo el propicio sol que en su noche os desea.
[15 de octubre de 1980]
ELOY SÁNCHEZ ROSILLO, Elegías. Trieste, Madrid,  1984.

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28.11.09

*Estelas, epitafios (1: antiguos)

152 (VII 455)

Yace aquí la vieja esponja de tinajas,

la beoda Marónide, sobre cuya tumba

hay una copa ática bien visible a todos.

Bajo tierra gime, mas no por los hijos

ni el esposo a quien dejó en la indigencia,

mas sólo porque esta copa está vacía.

Epitafio de Marónide, una vieja borracha que ha disipado el patrimonio familiar en la bebida y que ostenta en su sepulcro como emblema una copa ática, cosa por lo demás frecuente en las tumbas. Su nombre recuerda al de Marón, que dio a Odiseo el licor que había de embriagar al Cíclope.

LEÓNIDAS

 

154 (VII 163)

-¿Quién eres, mujer que aquí yaces, y quién fue tu padre?

-Praxo, hija de Calíteles. -¿De qué patria? -Samia.

-¿Quién te enterró? -Fue Teócrito, el cual recibióme

de mis padres. -¿De qué moriste? -Estando encinta.

-¿Cuántos años llegaste a cumplir? -Veintidós. -¿Y quedaste

sin hijos? -A Calíteles dejé con tres años.

-Pues que al menos él viva y que llegue a vejez avanzada.

-Y que todo lo bueno te dé a ti Fortuna.

Diálogo de la muerta (según el verso primero, sepultada bajo una columna paria, esto es, de mármol de aquella isla del Egeo, que era famoso...) con un viajero. Ha sucumbido al dar a luz a su tercer hijo; el segundo, superviviente, se llama como el abuelo materno; es de suponer que antes había muerto otro denominado como el paterno.

LEÓNIDAS

 

184 (VII 316)

No me saludes ni inquieras quién soy ni de quiénes

procedo, mas pasa de largo por mi estela

o, si no, a tu destino ojalá que no llegues; e incluso

si guardas silencio, que no llegues tampoco.

La adscripción es dudosa: ... Leónidas y Antípatro para este epigrama, que pertenece a una serie de ellos sobre el famoso misántropo Timón, semilegendario ateniense de la época de Pericles. Es notable la ferocidad de la expresión.

LEÓNIDAS (?)

 

305 (VII 524)

-¿Es aquí donde Cáridas duerme? -En efecto, si al hijo

te refieres de Arimas el cireneo. -¿Cómo,

Cáridas, es lo de abajo? -Tiniebla. -¿El regreso?

-Mentira. -¿Plutón? -Es un mito. -Perdidos

estamos. -He aquí mi respuesta sincera; o, si un chiste

quieres, vale en el Hades mucho un toro peleo.

Probablemente se trata de un verdadero paisano de Calímaco. En los versos 1-2, el viandante habla con la losa; desde el 3, con el muerto (el final de dicho verso alude a la extendida creencia en la palingenesia o transmigración de las almas.) El 6 está oscuro; el sentido general parece ser que la única ventaja del Hades es que allí todo está barato, con alusión a una moneda poco valiosa de Pela en que estaba grabado un toro. Todo ello refleja el escepticismo del poeta sobre las leyendas de ultratumba.

CALÍMACO

 

465 (VII 285)

Ni la tierra ni el peso sutil de una piedra, mas todo

este mar que contemplas es tumba de Erasipo;

pues murió con su nave y tan sólo podrán las gaviotas

indicar el lugar que pudre sus huesos.

GLAUCO

*  *  *  *  *

ANTOLOGÍA PALATINA I. (Epigramas helenísticos). Traducción e introducciones de Manuel Fernández-Galiano. Traducción revisada por Luis Alberto de Cuenca. Editorial Gredos, Madrid, 1978. 

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26.11.09

Gómez de la Serna y el hijo surrealista

Quien todavía no conozca el vídeo desopilante -¡uf!, gracias al cielo: al fin puedo usar con sentido este extraño vocablo... o voquible- de Gómez de la Serna, sírvase pinchar aquí: El orador. Quien avisa no es traidor.


Los surrealistas son unos seres puros y tenaces, que devuelven a la realidad, por otro camino que el de siempre, su sentido religioso, escatológico y esotérico.
Ramón Gómez de la Serna, Ismos

A Philippe Soupault, al que me referí días atrás, le cabe el mérito de haber escrito, con André Breton, el primer texto de literatura surrealista: Los campos magnéticos (1919). La fecha tiene su importancia: se acababa de firmar el acta de defunción del mundo viejo, tras una oleada de muerte y destrucción que arrasó a Europa a lo largo de cuatro años. En ese momento, muchos jóvenes artistas, y escritores, aspiraban a hacer tabla rasa del pasado. (O a burlarse de él, como Marcel Duchamp pintando un bigotito daliniano a la Monna Lisa.) En cualquier caso, la tea iconoclasta empezó a arder antes de la guerra. Esa tea la prendió Marinetti, con su Manifiesto del futurismo, publicado en Le Figaro, el 20 de febrero de 1909. En la soflama se pueden leer frases incendiarias como éstas:


QUEREMOS CANTAR EL AMOR AL PELIGRO...


UNA BELLEZA NUEVA: LA BELLEZA DE LA VELOCIDAD...


SÓLO HAY BELLEZA EN LA LUCHA...


QUEREMOS GLORIFICAR LA GUERRA -ÚNICA HIGIENE DEL MUNDO-, EL MILITARISMO, EL PATRIOTISMO...


MUSEOS, ¡CEMENTERIOS!...


ADMIRAR UN CUADRO VIEJO ES DERRAMAR NESTRA SENSIBILIDAD EN UNA URNA FUNERARIA...


¡VENGAN, PUES, LOS BUENOS INCENDIARIOS DE DEDOS TIZNADOS!...


EL ARTE SÓLO PUEDE SER VIOLENCIA, CRUELDAD E INJUSTICIA...


¡NO HAY LA MENOR FATIGA EN NUESTROS CORAZONES! ¡ESTÁN ALIMENTADOS DE FUEGO, DE ODIO Y DE VELOCIDAD!...


¡ERGUIDOS EN LA CIMA DEL MUNDO, UNA VEZ MÁS LANZAMOS NUESTRO DESAFÍO A LAS ESTRELLAS!


André Breton, que parecía tener unas aspiraciones más íntimas que los desbocados (o bocazas) futuristas, definió así su invento, el surrealismo: Automatismo psíquico puro, en función del cual uno se propone expresar el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensar con ausencia de todo control ejercido por la razón y al margen de toda preocupación estética o moral. A partir de esa fórmula, la misión de Breton, entronizado como supremo y férreo pontífice del movimiento ("El surrealismo no permite a aquellos que se entregan a él abandonarlo cuando mejor les plazca", escribió en el Primer Manifiesto, pero sí permite expulsar a los que considere disidentes) consistió en "obedecer el dictado mágico del inconsciente, multiplicar en lo posible las confidencias del abismo interior", según informan Durozoi y Lecherbonnier.
Estas nimias disquisiciones, me han llevado a consultar Ismos, el libro en que Gómez de la Serna hace un recorrido por los movimientos artísticos y literarios de vanguardia. En sus páginas, es fácil percibir el espíritu que, en sus inicios, animaba al surrealismo, ajenos a lo que acabaría siendo su devenir. Para entender la subversión antiburguesa del surrealismo de esa primera hora, es un estorbo saber que esa rebeldía acabó convertida, en algunos casos, en la defensa de posiciones totalitarias. El Segundo Manifiesto (1930), con sus expulsiones (Soupault y Artaud, entre otros), marca el punto de inflexión. La Révolution surréaliste, título de la revista del movimiento, y como consecuencia de los lazos con el Partido Comunista, cambia de nombre: Le surréalisme au service de la révolution. (Hasta qué punto incidió el crac de 1929 en las convulsiones de la década siguiente, es algo que se me escapa, pero lo cierto es que a partir de ese momento el fantasma del desempleo acabó convirtiéndose en una terrible realidad omnipresente, que seguramente fue la causa, en parte, de muchas de las cosas que sobrevinieron. A este respecto, Manuel Azaña, en un artículo de 1939 (?) sobre los orígenes de la guerra civil, hablaba de lo pernicioso que resultó el hecho de que, a partir de 1930, se cortara de raíz la emigración a América, como resultado de la crisis económica y de la actitud proteccionista de las repúblicas americanas. Hasta entonces, casi 100.000 personas -la cifra que aporta Azaña parece que es algo excesiva- emigraban cada año, fundamentalmente de Galicia. A partir de 1930, los felices 20 empezaron a convertirse en los terribles 30.)
Volviendo a Gómez de la Serna: en Ismos dedica una veintena de páginas, dentro del artículo "suprarrealismo", a ilustrar lo que, en su momento auroral, representaba ser (o sentirse) surrealista. Se sirve, para ello, de la familia Kloz -monsieur Pierre Kloz, madame Magda Kloz y el jovencito Henri Kloz, el hijo surrealista- para dar una explicación práctica de aquello que, como apostilla Gómez de la Serna, "no acaba de poderse definir bien como doctrina". Copio, de esa veintena de páginas, el capítulo II.



["El hijo surrealista"] 


II


El primer disgusto serio entre los Kloz y su hijo sucedió aquella mañana en que el portero subió a anunciar a monsieur Kloz que su hija había tenido un niño y que, al sentirse morir en la hora del parto, había declarado que su hijo era del señorito Henri.
El padre, convertido en abuelo por sorpresa, abrió con iracundia las ventanas de la alcoba de su hijo y dejó su sueño con los párpados arrancados. Una barbaridad que no se le ocurre más que a un padre.
-El portero dice que el hijo de su hija es tuyo -le espetó sin darle tiempo a que naciese a la vida con calma.
-No es mío... Es de su hija... Es un botones... Yo he podido fabricar un botones, pero no un hijo mío... El hijo de la hija de una portera es un botones.
-¿Es eso humanitario?
-Los porteros no merecen ningún humanitarismo porque son abortos de burgueses... Esa chica, por su educación y su alma, no tenía más que buena presencia... Además, están en un escaño tan fácil las hijas de las porteras, que no se es responsable de atropellarlas.
-¿Pero no has encontrado otra mujer en que fijarte?
-No he encontrado otra... La vida está llena de imposibles... Todos tenéis la culpa de estos desaguisados... Las mejores mujeres son las que ya han escogido mis amigos y que todavía no he podido quitárselas.
-Eres un cínico... Tú no eres digno de ser mi hijo.
-Ni tú, entonces, digno de ser mi padre.
-¿No respetas a los viejos?
-Ni a las viejas... No se consigue el perdón de seguir viviendo sino gracias a la tolerancia... Los que tienen el mayor deber de ser nuevos son los viejos... Sólo poniéndose al día, admitiendo y haciendo pública admisión de toda modernidad, podrán ser perdonados... Si no, habrá que matarlos... Son loros con la psitacosis, que es de tan mortal contagio.
-En la China...
-Ya sé lo que me vas a decir, y a eso te contestaré que por eso la China es un pueblo confuso, avejentado, insoluble. Pero no hay teorías ni razones contra lo que yo digo... No hay más que procurar ensanchar la vida, modificarla para la libertad, arreglar lo que más repugna tener que arreglar.
-Fíjate que de ese modo vas contra lo social.
-Sea lo que sea, si lo social es esa cosa repugnante, quieta, irrespirable, voy contra lo social; pero ¿por qué lo social no va a ser otra cosa? Tiene que ser otra cosa.
-No nos comprenderemos nunca.
-Pues tú debes comprenderme a mí aunque yo no pueda comprenderte. La única verdad atendible es la verdad más actual.
-¡A tu padre esas palabras!
-Y a mi madre... Porque no se trata de tu hijo, sino de una juventud que ve que todos los problemas más agudos son escamoteados, y los viejos se hacen los sordos y procuran ganar tiempo para retrasar todas las cosas. Queremos mañana mismo la substitución de una cosa por otra, y que no se os ocurra llamarnos a la guerra para distraer así el problema íntimo de la vida.
-Relajas toda la moral del mundo... No comprendes que el enemigo nos acecha.
-A mí no me acecha más que el portero, que cree que le he robado la flor de su hija, esa flor de té que cuidaba para la Comedia Francesa.
-¡Eres un sinvergüenza!
-Soy un surrealista.
El padre, al oír aquello de surrealista, se quedó pálido de ira, con los lentes temblantes como una ventana cuando ha pasado por la calle un camión lleno de flejes de hierro:
-¡Un surrealista! ¿Y te atreves a confesarlo?
-¡Con toda el alma, y ante el Tribunal Supremo; porque, por surrealista, soy capaz de ir a la cárcel y al patíbulo!
-¡Si supieses siquiera lo que es ser surrealista!
-Es el espíritu de la revolución permanente, que no se deja engañar por ninguna política, que propugna siempre un más allá de programas desconocidos.
Como la discusión había subido de tono, apareció la madre, con una dignidad de confesionario balumbante.
-¿Sabes lo que se ha atrevido a decirme que es?
Madame Kloz abrió los ojos desmesuradamente como si los fuese a dejar caer en la alfombra.
-¡Surrealista!
Madame Kloz dijo entonces:
-Yo ya sabía, pero no había querido darte un disgusto que te pudiese costar la vida... Tienes un principio de diabetes, y una cosa así te puede añadir una barbaridad de azúcar.
Los dos progenitores, con un aire de gran dignidad, salieron de la alcoba, y Henri se comenzó a vestir sin arrepentirse de sus violencias, pues sólo la agresión paternal se aprovecha de que el hijo esté entre los vendajes de las sábanas para darle un disgusto en condiciones tales de inferioridad.
RAMON GÓMEZ DE LA SERNA, Ismos. Ediciones Guadarrama, Madrid, 1975.

25.11.09

Signos

El corazón apesadumbrado ve signos en todas partes. En su afán por comprender lo incomprensible, busca razones en todo lo que le rodea. Y si queda insatisfecho, no por eso desiste. Prefiere cualquier explicación absurda, o loca, antes que el vacío de no saber. Los signos apaciguan -o exaltan- al corazón corroído de pesadumbre. Y cualquier explicación, incluso absurda, es bien recibida, aunque nada explique. Pero una explicación, la que sea, se vuelve necesaria para atraer la calma. Y esa calma no tiene precio. Por eso, el corazón apesadumbrado mendiga razones, sin desdeñar las sinrazones. (Miércoles, 10/12/03).

23.11.09

*Don Sem Tob: Glosas de Sabiduría o Proverbios Morales

Quiero dezir del mundo

e de las sus maneras,

e cómmo de él dubdo,

palabras muy çerteras;

que non sé tomar tiento

nin fazer pleitesía:

d' acuerdos más de çiento

me torno cada día.

Lo que uno denuesta,

veo otro loarlo;

lo que éste apuesta,

el otro afearlo.

La vara que menguada

la diz' el conprador,

éssa mesma sobrada

la diz' el vendedor;

el que lança la lança

seméjal' vagarosa,

pero que al qu' alcança

tién'la por pressurosa.

Farían dos amigos

çinta de un anillo

en que dos enemigos

non metrién un dedillo.

Por lo que éste faze

cosa, otro la dexa;

con lo que a mí plaze

mucho, otro se quexa;

en lo que Lope gana,

Rodrigo enprobeçe;

con lo que Sancho sana,

Domingo adoleçe.

Quiero acerca del mundo y de sus costumbres, y de cómo dudo de él, decir palabras bien atinadas;

que no acierto a adoptar una norma ni inclinarme a ningún partido: cada día me vuelvo atrás de más de cien acuerdos.

Lo que uno denigra, veo que otro lo alaba; que lo que éste adorna, aquél otro lo afea.

La vara de medir que el comprador dice que mide de menos, ésa misma dice que mide de más el vendedor;

al que arroja la lanza, le parece lenta, a pesar de que al que le alcanza la juzga rápida.

Dos amigos harían cinturón de un anillo en el que dos enemigos no podrían meter ni un dedo pequeño.

Por la misma razón por la que uno hace algo, otro deja de hacerlo; con lo que a mí me da mucho placer, otro sufre;

en donde Lope saca ganancia, Rodrigo se empobrece; con lo que Sancho se cura, Domingo enferma.

*     *     *

A tod' omre castigo

de sí mesmo que s' guarde

más que de enemigo:

con tant', seguro ande;

guárdes' de su enbidia,

guárdese de su saña,

guárdes' de su cobdiçia,

que l' es la peor maña.

Non pued' omre tomar

en la cobdiçia tiento:

es profundada mar

sin orilla nin puerto.

D' alcançar una cosa

naçe cobdiçia d' otra

mayor e más lazrosa;

que mengua vien' de sobra.

Non fall' a mengua peña

si non el que tien' paño;

e el que tien' non deña,

sinon otro estraño.  

A todo hombre le aconsejo que se guarde de sí mismo más que de enemigo alguno: con eso sólo, ya puede andar tranquilo;

que se guarde de su envidia, que se guarde de su cólera, que se guarde de su codicia, que es para él la peor condición de todas.

No puede uno en la codicia atender a cálculo ni medida: es mar insondable sin orilla ni puerto.

De conseguir una cosa nace deseo de otra mayor y más trabajosa <de conseguir> ; que de la sobra viene la falta.

No echa de menos forro de pluma sino el que tiene abrigo de paño; y no aprecia el que tiene, sino otro nuevo y raro.

*     *     *

Siquier brava, quier mansa,

la palabra es tal

commo sonbra que passa

e non dexa señal;

non ha lança que false

todas las armaduras

nin que tanto trespasse,

commo las escribturas:

que la saeta lança

fasta un çierto fito,

e la letra alcança

de Burgos a Aigibto;

e la saeta fiere

al bivo que se siente,

e la letra conquiere

en vida e en muerte;

la saeta non llaga

si non es al presente:

la escribtura llega

al d' allend' mar absente;

de saeta defiende

a omre un escudo:

de la letra no l' puede

defender tod' el mundo.

 Sea violenta, sea dulce, la palabra es tal como sombra que pasa y no deja señal;

no hay lanza que burle toda clase de corazas ni que traspase tanto como lo hace la escritura:

que la saeta se dispara hasta un blanco determinado, y la letra alcanza desde Burgos a Egipto;

y la saeta hiere al ser vivo capaz de sensación, y la letra conquista así en vida como en muerte;

la saeta no llaga más que al que está presente: la escritura llaga hasta el que está ausente al otro lado del mar;

de una saeta le defiende a uno un escudo: de la letra ni el mundo entero puede defenderlo.

 *     *     *

Buenos nomres sabemos

al fablar apellar

quantos males podemos

afeyar al callar:

el fablar es clareza,

el callar escureza;

el fablar es franqueza

e 'l callar escasseza,

el fablar ligereza

e el callar pereza,

e el fablar riqueza

e el callar pobreza,

el callar porpedat

e el fablar saber;

e callar çeguedat,

fablar vista aver.

Cuerpo es el callar

e el fablar su alma;

omre es el fablar

e el calllar su cama;

el callar es dormir,

el fablar derpertar;

el callar es premir,

el fablar levantar;

el callar es tardada

e el fablar aína;

el fablar es espada

e 'l callar su vaína.

Al hablar, sabemos denominarlo por tantos buenos nombres cuantos son los males que al callar podemos reprocharle:

el hablar es claridad, el callar oscuridad; el hablar es generosidad y el callar avaricia,

el hablar prontitud y el callar lentitud y el hablar riqueza y el callar pobreza,

el callar necedad y el hablar sabiduría; y callar ceguera, hablar tener visión.

Cuerpo es el callar y el hablar su alma; hombre es el hablar y el callar su cama;

el callar es dormir, el hablar despertar; el callar es reprimir y rebajar, el hablar liberar y levantar;

el callar es tardanza y el hablar enseguida; el hablar es espada y el callar su vaina.

DON SEM TOB (¿1300?-¿....?), Glosas de Sabiduría o Proverbios Morales y otras Rimas. Texto, versión, introducción y comentarios de Agustín García Calvo. Alianza Editorial, Madrid, 2ª ed., 1983.

Bajo esta etiqueta -Florilegio (Antología mínima de autores varios)- pretendo acoger una selección de textos breves (verso y prosa) que, al margen de cualquier juicio crítico, me han interesado como lector. Los textos en prosa responden a "géneros" que hacen de la brevedad virtud: aforismos, poemas en prosa, fragmentos, microcuentos, etc. De los textos poéticos en otras lenguas ofrezco el original. Menciono, asimismo, la edición utilizada en cada caso. (Téngase por excepción cualquier olvido de estas pautas.)