Seguramente la felicidad sea más una capacidad que una situación objetiva. En ese sentido, quien carece de la capacidad para ese sentimiento, no hallará nunca situación propicia para expresarlo. Haberlo sido alguna vez implicaría entonces poder volver a serlo. Me parece que estoy bastante de acuerdo con este aforismo. Un saludo, Luis.
A menudo pensamos en otras angustias que no son aquellas que verdaderamente nos atormentan. Nuestra felicidad radica en evadirnos de la verdad que engendramos. Esa es nuestra gran proeza y nuestra gran miseria: escapar de los que somos y nos esclaviza.
Aquí se plantea una paradoja parecida a la de Aquiles y la Tortuga. Debe haber una primera experiencia de felicidad, pero según el aforismo eso no es posible, luego nadie sería feliz.
6 comentarios:
Seguramente la felicidad sea más una capacidad que una situación objetiva. En ese sentido, quien carece de la capacidad para ese sentimiento, no hallará nunca situación propicia para expresarlo. Haberlo sido alguna vez implicaría entonces poder volver a serlo. Me parece que estoy bastante de acuerdo con este aforismo.
Un saludo, Luis.
A menudo pensamos en otras angustias que no son aquellas que verdaderamente nos atormentan. Nuestra felicidad radica en evadirnos de la verdad que engendramos. Esa es nuestra gran proeza y nuestra gran miseria: escapar de los que somos y nos esclaviza.
Aquí se plantea una paradoja parecida a la de Aquiles y la Tortuga. Debe haber una primera experiencia de felicidad, pero según el aforismo eso no es posible, luego nadie sería feliz.
Se suele decir en India, y yo lo creo, que sólo los mediocres son infelices, que los sabios y los ignorantes no lo son.
He sido feliz muchas veces, pero eso no me alivia necesariamente del sufrimiento del presente. Sin duda, que he de meditar sobre ello.
Gracias a todos. La mirada propia se enriquece con la mirada ajena. ¡Feliz... Navidad!, o lo que cada uno quiera!
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