Ya está en la calle el número 3 (mayo-octubre 2011) de la revista semestral de poesía El Alambique. Esta entrega añade una nueva sección
–versión castellana– y tiene 128 páginas. Como de costumbre, Agustín Porras, el director, propone el Brindis de bienvenida.
Las restantes secciones son:
Tienen la palabra
Poemas de Viviana Paletta, José María Delgado, José Miguel Ridao, Jorge Riechmann, Adolfo Castañón, Raquel Lanseros, José Gutiérrez, Lilián Pallares, José Luis Ortiz Berenguer, Ruy Ventura, José Cereijo, Teo Serna, Jorge Dot, Rómulo Bustos, Begoña Abad, Andrés Unger, José Miguel Domínguez Leal, Óscar Martín Centeno, Leandro Calle, José Luis Gómez Toré, Jesús Aparicio González, Fernando de Castro Soubriet, Teresa Florensa Busom, Adolfo Burriel, Juana Vázquez, Sergio Laignelet, Ramón Bascuñana, María José Martínez, María Cinta Montagut y Emilio Pedro Gómez.
Homenaje
Homenaje a Julio Antonio Gómez, coordinado por Ángel Guinda.
Textos de Antón Castro, Fernando Ferreró, Alfredo Saldaña Sagredo, Adolfo Burriel, Antonio Pérez Morte, Miguel Ángel Longás, M. Martínez Forega, Miguel Luesma Castán, Luis Felipe Dionis Minguillón, Rosendo Tello y Ángel Guinda.
Se incluye asimismo una Antología poética de Julio Antonio Gómez, seleccionada por Ángel Guinda.
Ilustra la sección un álbum de fotos del poeta.
Un boceto del natural
Apuntes y canciones del camino, de Javier Salvago.
Cinco mujeres, de Ignacio Gómez de Liaño.
Discursos
Dante en Bécquer, por Agustín Porras.
Anábasis (Una canción y dos cantos), de Saint-John Perse, traducción de Luis Valdesueiro.
La penúltima
Página autógrafa de El cantar de los cantares (versión sonámbula de Julio Antonio Gómez).
Artistas invitados
Ilustran este número: Ricardo Calero, Juan Hernández y Pat Andrea.
Copio a continuación algunos poemas, jocosamente serios y metafísicos,
de Javier Salvago,
espigados de sus
Apuntes y canciones del camino
II
Echa vino, tabernero,
que hoy me siento como un trapo
y quiero andar por los suelos.
Echa vino, tabernero,
hasta que ya no me acuerde
de quién soy ni por qué bebo.
III
No hay mal que por bien no venga.
Pero mientras viene el bien
qué larga se hace la espera.
Porque, en el dolor, la dicha
se ve tan lejos que llegas
hasta a dudar de que exista.
No hay mal que por bien no venga.
Pero que venga corriendo
que tanto mal desespera.
VII
En la vida todo dura
lo que dura la ilusión.
Al despertar, ves la trampa,
ves el truco y el cartón.
IX
Todo tiene remedio
menos la muerte,
que es de todo remedio.
X
La muerte es la medicina
que cura todos los males.
Cuando llega, no hay herida,
dolor, ni pena que aguante.
No me da miedo la muerte
porque morir es soñar.
Lo que me asusta es perderte
y no encontrarte jamás.
XIV
La vida es sueño,
como sentencia el clásico.
Pero la muerte
es un sueño más largo,
sueño sin tiempo.
Javier Salvago
6 comentarios:
Hoy precisamente la he estado leyendo, y la he disfrutado mucho. Está llena de descubrimientos. Gracias, de nuevo.
Siempre es buena la lectura de Javier Salvago. Estamos de suerte con la publicación (después de muchos años) de su nuevo libro en Renacimiento.
Un saludo
Gracias a ti, José Miguel.
No te falta razón, José Luis. La lectura de Salvago siempre reconforta, incluso cuando se vuelve declaradamente pesimista (¿o tal vez realista?, al menos a lo tocante a asuntos metafísicos).
Un saludo.
Gracias siempre, don Luis, por tu generosa dedicación a la revista El Alambique: sin el celo detallista de tu supervisión nunca sería lo que es. Te abrazo.
Gracias, Ángel: se hace lo que se puede. A veces es menos que lo que se debe.
Un abrazo.
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