La vida abunda en misterios, y la poesía es uno más. Misterios que desafían nuestra capacidad de comprensión, que amurallan nuestro entendimiento, que aherrojan nuestro afán de claridad con candados de sombra. El misterio de la vida es un misterio vivido día a día, un misterio cotidiano. Y tan misterioso como el morir es el vivir, aunque estemos tentados de creer que solo la muerte, con su velo de sombras, es misteriosa. Nos equivocamos sin remedio. La ceguera del alma a veces nos impide ver el misterio de los días, ese continuo maremágnum en el fluir del tiempo. Y otras veces, a fin de soslayar ese misterio, miramos a otro lado, para mejor no ver. Y, en efecto, nada vemos allí donde miramos. En este poema, tan sorprendente, Juan Ramón Jiménez roza, o así me lo parece, el corazón del misterio: el de la vida, el de la muerte, el de la poesía. Por entre sus palabras cabe vislumbrar nuestro no saber, nuestra rendición, nuestra derrota. Colores, ideas Los colores que saca la luz a los cuerpos, ¿Para qué estas ideas, para qué esos colores, JUAN RAMÓN JIMÉNEZ LÍRICA DE UNA ATLÁNTIDA: Una colina meridiana (1942-1950) Barcelona: Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 1999 (Hay edición exenta en Huerga & Fierro Editores, colección Signos, 2003) |
14.2.12
Un poema de Juan Ramón Jiménez: “Colores, ideas”
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1 comentario:
**eXcita**
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