Al derribar las estatuas, respetad los pedestales. Siempre pueden ser útiles.
La primera condición de la inmortalidad es la muerte.
Undécimo mandamiento: "No desearás la idea del prójimo".
Los pensamientos de ciertas personas son tan superficiales que no les llegan ni a la cabeza.
Cada siglo tiene su edad media.
En el principio era el Verbo, y en el final el Lugar Común.
Consejo para escritores: en algún momento hay que dejar de escribir. Incluso antes de empezar.
También yo tengo momentos de meditación filosófica. Me planto en el puente sobre el Vístula, de vez en cuando escupo en sus aguas y entonces pienso: "Panta rhei".
Las heridas cicatrizan, pero las cicatrices crecen con nosotros.
Muchos de mis amigos se han convertido en mis enemigos, muchos enemigos han hecho amistad conmigo, pero los indiferentes me han permanecido fieles.
¡Quién les va a preguntar a la tesis y la antítesis si quieren convertirse en síntesis!
¿Un mundo sin psicópatas? Sería anormal.
El tiempo será siempre un caníbal.
Tradición: nobleza hereditaria del plagio.
A veces el castigo trae como consecuencia la culpa.
La víctima toma siempre parte en el crimen. ¡Y además la peor!
¿Cuál es el destino del hombre? Serlo.
Todos quieren nuestro bien. No dejéis que os lo quiten.
¿Qué jueces imparciales podrá tener la lucha de sexos? ¿Los hermafroditas?
STANISLAW JERZY LEC (Lwów, 1909-Varsovia, 1966), Pensamientos despeinados. Selección y edición de Emilio Quintana. Traducción directa del polaco de Emilio Quintana, con la colaboración de Anna Luzny. Península, Barcelona, 1997.
Bajo esta etiqueta -Florilegio (Antología mínima de autores varios)- pretendo acoger una selección de textos breves (verso y prosa) que, al margen de cualquier juicio crítico, me han interesado como lector. Los textos en prosa responden a "géneros" que hacen de la brevedad virtud: aforismos, poemas en prosa, fragmentos, microcuentos, etc. De los textos poéticos en otras lenguas ofrezco el original. Menciono, asimismo, la edición utilizada en cada caso. (Téngase por excepción cualquier olvido de estas pautas.) |
3 comentarios:
Excelente selección, Luis. El undécimo mandamiento podría ser la divisa sinaítica de la SGAE. Saludos.
Esperemos, José Miguel, que no se conviertan en inspectores de los deseos, aunque estos sean impuros. Un saludo y gracias.
Bastantes veces la mejor obra de un escritor es no escribir
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