Abstemio como era, le encantaba la palabra dipsomanía, y despreciaba a los burdos borrachos, que traicionan la ebriedad apolínea.
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Rendido hipocondriaco, le seducían los nombres de escogidas enfermedades: erisipela, ictericia, malaria... El nombre de otras, con buen sentido, le horrorizaba: son nombres que pellizcan la memoria de los seres vivos.
5 comentarios:
¿Y lo bien que suena "parapluie" o "je suis desolée"? ¿Será posible enojarse en una lengua como el francés?
En el hospital donde trabajé hasta el 2000 aprendí la palabra "pitiriático" (de pitiriasis) para referirse figuradamente al hipocondriaco que pasa por un sarpullido inespecífico o un ataque de todo o de vaya usted a saber. Así que de enfermar yo quiero ser pitiriática.
Un abrazo.
Sí, en francés todo parece distinto. Aún recuerdo, como una experiencia maravillosa, y después de tantas lunas, que diría un comanche, la voz en off de Jules et Jim
Saludos.
Es cierto que hay palabras cuyo sonido nos conquista y otras, por el sonido o por cualquier otra causa, a las que tomamos manía. A mí me suenan estupendamente muchos nombres de países africanos ... y en cambio no soporto la palabra 'inclusive' ... caprichos del oído, supongo.
Saludos cordiales.
El simbolismo fonético, Zim, se ha estudiado poniendo en relación determinadas combinación de sonidos con algunas formas gráficas. Según parece, unas palabras remiten más a lo redondeado y otras a lo agudo. El ejemplo clásico sería Maluma y Takete. ¿?
Saludos.
Pues entonces está clarísimo que a mí me gustan las redondeadas ... y me pasa con todo: prefiero las colinas suaves a las escarpadas montañas, las formas modernistas a las góticas, las letras envolventes a las picudas ... algo de cierto habrá en ello.
Gracias por tu información.
Un saludo.
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