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25.4.10

"¿Y qué me decís de las manos?" Palabras de Michel Eyquem, Señor de Montaigne, sobre el lenguaje del cuerpo

Michel_de_Montaigne

Quoy des mains ? nous requerons, nous promettons, appelions congedions, menaçons, prions, supplions, nions, refusons, interrogeons, admirons, nombrons, confessons, repentons, craignons, vergoignons, doubtons, instruisons, commandons, incitons, encourageons, jurons, tesmoignons, accusons, condamnons, absolvons, injurions, mesprisons, deffions, despitons, flattons, applaudissons, benissons, humilions, moquons, reconcilions, recommandons, exaltons, festoyons, resjouissons, complaignons, attristons, desconfortons, desesperons, estonnons, escrions, taisons ; et quoy non ? d'une variation et multiplication à l'envy de la langue. De la teste : nous convions, nous renvoyons, advoüons, desadvoüons, desmen­tons, bienveignons, honorons, venerons, desdaignons, demandons, escon­duisons, égayons, lamentons, caressons, tansons, soubmettons, bravons, enhortons, menaçons, asseurons, enquerons. Quoy des sourcils ? quoy des espaules ? Il n'est mouvement qui ne parle et un langage intelligible sans discipline et un langage publique : qui faict, voyant la varieté et usage distingué des autres, que cestuy cy doibt plus tost estre jugé le propre de l'humaine nature. Je laisse à part ce que particulierement la necessité en apprend soudain à ceux qui en ont besoing et les alphabets des doigts et grammaires en gestes, et les sciences qui ne s'exercent et expriment que par iceux, et les nations que Pline dit n'avoir point d'autre langue.

* * *

¿Y qué me decís de las manos? Con ellas pedimos, prometemos, llamamos, despedimos, amenazamos, suplicamos, negamos, rechazamos, preguntamos, admiramos, enumeramos, confesamos, nos arrepentimos, tememos, nos avergonzamos, dudamos, informamos, ordenamos, incitamos, animamos, juramos, atestiguamos, acusamos, condenamos, absolvemos, injuriamos, despreciamos, desafiamos, nos enojamos, halagamos, aplaudimos, bendecimos, humillamos, nos burlamos, nos reconciliamos, aconsejamos, exaltamos, celebramos, nos regocijamos, compadecemos, nos entristecemos, nos desanimamos, nos desesperamos, nos asombramos, nos escandalizamos, callamos; ¿y con qué no? Todo emula a la lengua por su variación y multiplicación. Con la cabeza invitamos, expulsamos, autorizamos, desautorizamos, desmentimos, asentimos, honramos, veneramos, desdeñamos, pedimos, despedimos, nos alegramos, lamentamos, acariciamos, disputamos, sometemos, provocamos, exhortamos, amenazamos, aseguramos, preguntamos. ¿Y qué hay de las cejas? ¿Y de los hombros? No hay movimiento que no hable tanto un lenguaje inteligible, sin aprendizaje, como un lenguaje público: lo que hace que, dada la variedad y el uso particular de los otros, este deba ser considerado como propio de la naturaleza humana. Dejo aparte aquello que individualmente de pronto enseña la necesidad a cuantos lo necesitan, los alfabetos de los dedos y las gramáticas de gestos, y las ciencias que solo se ejercen y expresan mediante estos, y las naciones de las que Plinio cuenta no tener otra lengua.

MICHEL DE MONTAIGNE, Ensayos, II, 12. Traducción de Almudena Montojo. Cátedra, Madrid, 2003.