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28.5.13

Presentación de "(Rigor vitae)", de Ángel Guinda, en el Ateneo


E l  c u e r v o

El cuervo de la noche se sacude la niebla por las calles mojadas.

(Al agitar el arpa de sus alas, suena la bronca música del viento cazador.)

El cuervo de la noche golpea con su pico los ojos de fantasmas infartados que no encuentran su casa.

¡No abras la puerta al cuervo de la noche en Dublín!

ÁNGEL GUINDA, (Rigor vitae)
Zaragoza: Olifante, 2013






Calle del Prado, 21.


Arabella Siles conducirá el acto.

Intervendrán
:

Trinidad Ruiz Marcellán, editora de Olifante.
Marifé Santiago Bolaños conversará con el poeta.

Las actrices Alexandra Nicod, Milenka Maldonado y los poetas Jivka Baltadzhieva, José Cereijo, José Luis de la Vega y David Domínguez leerán.

Moncho Otero y Rafael Mora cantarán tres poemas del autor, que cerrará el acto con la lectura del Manifiesto Poesía violenta y de 7 poemas.

Se proyectarán tres videopoemas: "Entrevista a mí mismo", de David Francisco, y "De cara a la muerte" y "El hombre hueco", de Sándor M. Salas.

(Duración estimada: 58 minutos. 
El acto comenzará a la hora anunciada. 
Se ruega máxima puntualidad).

12.1.13

Un poema de Augusto dos Anjos

Augusto dos Anjos murió joven. Su estancia nesta terra miserável, como escribiera él mismo, discurrió entre los años 1884 y 1914. Brasil fue su patria y el portugués su lengua. Publicó un único libro: Eu (Yo), en 1912. Gracias a ese libro es “el poeta más editado, leído y amado” del Brasil, según Ángel Guinda, su traductor.

En la exhaustiva Antología de la poesía brasileña (1973), Ángel Crespo, después de considerar “imperecedera” la obra de Augusto dos Anjos, dedica estas palabras al poeta: “Es extremadamente curiosa su figura de profesor que, durante su corta vida, emigra constantemente de un Estado a otro del Brasil y se siente presa de un indefinible hastío vital. Y mucho más curiosa resulta la mezcla de provincianismo cultural y sentimientos sublimes de que da muestra en sus versos.”

Coincidiendo con el centenario de la aparición de Eu, la editorial Olifante publicó el año pasado una selección de poemas (sonetos casi todos) traducida por Ángel Guinda. Selección que es anticipo de otra más amplia y futura. Las razones para esta dedicación al vate brasileño las expone claramente Guinda: “Me interesa la poesía de Augusto dos Anjos por la audaz originalidad de su léxico, su perfeccionismo formal, su musicalidad; pero sobre todo por el dramatismo desgarrador de su meditativo contenido atormentado, lleno de honda tristeza, pesimismo lúcido y digna resistencia; por su didactismo moralizante, por la autenticidad y cósmica elevación de los sentimientos que transmite, por su acercamiento al animismo y por su dialogo interior con las fuerzas de la Naturaleza.”

Copio a continuación uno de los poemas a mi parecer más desolado y más desolador de todo el volumen.



VERSOS ÍNTIMOS

Vês! Ninguém assistiu ao formidável
Enterro de tua última quimera.
Somente a Ingratidão —esta pantera—
Foi tua companheira inseparável!

Acostuma-te à lama que te espera!
O Homem, que, nesta terra miserável,
Mora, entre feras, sente inevitável
Necessidade de também ser fera.

Toma um fósforo. Acende teu cigarro!
O beijo, amigo, é a véspera do escarro,
A mão que afaga é a mesma que apedreja.

Se a alguém causa inda pena a tua chaga,
Apedreja essa mão vil que te afaga,
Escarra nessa boca que te beija!

AUGUSTO DOS ANJOS



VERSOS ÍNTIMOS

¡Ya ves! Nadie asistió al formidable
entierro de tu última quimera.
¡Sólo la Ingratitud –esa pantera
fue tu gran compañera inseparable!

¡Asume ya el desprecio que te espera!
El Hombre, que, en un mundo miserable,
vive entre fieras, siente una inevitable
necesidad de ser también él fiera.

¡Coge fuego y enciende tu cigarro!
Víspera del esputo es el beso,
la mano que acaricia te apedrea.

Si a alguien causa dolor tu herida abierta,
¡apedrea la mano que te acaricia,
escupe tú en la boca que te besa!

AUGUSTO DOS ANJOS
(traducción de Ángel Guinda)


AUGUSTO DOS ANJOS
Yo. Antología breve
Selección y traducción de Ángel Guinda
Zaragoza: Olifante. Ediciones de Poesía, 2012

4.2.11

Un poema “espectral” de Ángel Guinda

El pasado martes, Ángel Guinda, reciente Premio de las Letras aragonesas 2010, presentó en la sede de la SGAE su último libro, publicado por Olifante: Espectral, una suite de poemas en prosa en los que el poeta, medio médium, invoca a sus fantasmas. (“¡Para saber quién soy comienzo a dialogar con mis fantasmas!, escribe.) Flamígeros poemas, sinuosos, deudores de lo invisible, que rescatan vivencias maceradas en el dolor o la alegría. Poemas plenos de imágenes fulgurantes y frases interjectivas, delíricas, interrogativas o demoradamente enumerativas e incluso, por momentos, sentenciosas.

Además del autor, recitaron poemas, entre otros, Liberto Rabal y Adriana Davidova. El poeta José Cereijo, por su parte, con voz honda y pausada, dijo el siguiente poema:

 

¡DE VOCES ESTÁ LLENA MI CABEZA! Voces de aparecidos, voces nuevas, del destino, desconocidas o proféticas, voces del centro de la Tierra, voces inquietantes, amordazadas, metálicas, de vidrio, voces de gas, de cloroformo; huecas voces de catacumbas, de robots, de hilo, de desmembramientos. ¡Mi cabeza es un gong, un campanario, un redoble de voces! Oigo voces que se aglomeran, atropellan, quebrantan mi quietud, se tambalean. Voces de sed, de piedra, de madera, voces del infinito, sepultadas, voces de tiempo, del abismo; voces de oscuridad, de terremotos, volcánicas, de alarma. Mi cabeza es un observatorio de voces embrujadas, solas, voces de apartamentos y palacios, de zulos, de chabolas, de tabernas, de desaparecidos, de extenuación, de guerra, de socorro, de náufragos que claman a las nubes. Veo las voces de las pesadillas. Toco voces de oxígeno, secretas, emigrantes, voces que sangran, voces esqueléticas, voces de flores, rocas, animales, voces sin tumba, voces exiliadas. Pero siempre oigo voces, voces, voces. ¡De todas esas voces está hecha mi voz!

Por último, y traicionando el título de esta entrada, copio un breve poema que evoca, con palabras devastadas, una terrible página de la historia reciente de Europa:

 

¡ME HA TRAÍDO EL DOLOR a Sarajevo! Bajo esta tierra la hiel echó raíces. La luz, sobre esta tierra, se hizo sombra. Los ojos fueron fieros alaridos y los brazos del infierno se alzaron hasta el sol. Sobrevoló esta tierra un mar de fuego. ¡Bajo este cielo aterrizó la muerte!

Ángel Guinda